jueves, 27 de septiembre de 2012

El mío

Me dolía y tanto, mi propio corazón atravesado de amores que no eran tal, amores alejados, otros perdidos o no cuidados. Amores surcados de alegrías y marcados a hierro candente por tristezas, no eran amor o solo fueron de un día. Hay amores para toda la vida, pasajeros, indecisos, inconclusos, concluidos, amores engañosos, mentirosos, amores lobos y amores corderos...........Como lograr amar sin poner ninguna condición, el amor es libre de sentirse y sentirlo y que lo sientas, amor en paz o en guerra, amores que doblegan y otros que se entregan sin más. Mi corazón latía, ansioso hasta cansado de luchas, de negaciones, de explicar una y miles de veces cuanto más te puedo amar. Primero fue una, luego dos, le siguió la tercera que sin darme cuenta resbaló, sentí su sabor salado en los labios, entendí que lo callado  se escapaba en llanto, algo del cuerpo necesitaba liberar. Le pedí a la tristeza que no se instalara, me hacía tanto mal su silenciado amor, su sin respuesta, el olvido, el respeto escondido en un alma atormentada, la culpa de sentir culpa porque mi corazón no daba más, o no quería, no podía, sentía, se limitaba a latir sin pensar. Los amores, esos que por ser amor no deberían doler, se enraizaron con fuerza como  la semilla a la tierra, dejé limpiar con llanto mis cicatrices. El miedo me invadió, seguramente dolería tanto la sal sobre heridas de amor abiertas.
                                    Yuli ( Junio '12) 

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