jueves, 27 de septiembre de 2012

Alas...

Que decirte, preguntar como estás, podrías contestar que es una broma, a quien se le ocurriría decir como estás después de un adiós definitivo. Como ofrecerte un seamos amigos, cuando tu mirada se rebalsa, como estanque de tanto amor, cayendo en tierra por sus bordes.  Ni tampoco el famoso estás bien? Si sabido es que no lo estás. Los años pasaron a tal velocidad que no puedo recordar algunas cosas, en mi inconsciencia se quedaron dormidos, con ternura, porque deseo que así sea guardado, vagabundeando de noche entre sueños y pesadillas, te presentas sin rostro, pero tu voz con infinita claridad expresa su constante amor.  No se como ayudarte y ayudarme, una pared de ladrillos será la muralla donde esconda mi olvido y la vista se vea nublada sobre una silueta que no desea tu mirada. Los retoños de mi árbol se encuentran algunos maduros, otros pequeños brotes de vida, aún cuidados por mis manos. Comienza mi tiempo de riega, como antes, hace mucho cuando dedicaba todo a mis cuatro macetitas, hoy convertidas en hermosas plantas, una con dos pequeñas florcitas, otro roble creciendo firme al lado, mi plantita preferida por su aroma y color sigue inquieta en mi balcón y también una semilla que está a punto de abrirse a una tremenda luz. Como decirte que también son tuyas, que tienes permiso de llevarlas a tu patio trasero, allí donde el sol pega fuerte y la brisa mece tus cabellos y sopla al oído, que atento, aprende a oírla susurrar coincidencias. Déjame ser campo abierto, océano inmenso, manantial claro, alimento de errantes pasajeros, con la libertad del viento que corre sin freno a campo traviesa, recuerda que Heidi prefiere la pradera, la sonrisa del abuelo, la simpleza de los amigos y la ternura de los corderos, los verdaderos, no los disfrazados de lobos hambrientos. No temas, que la niña ya no lo es, ya lleva media vida madurando, entrenó con ansias las alas para emprender el gran vuelo. Llegó la hora de cicatrizar las heridas de amores que concluyen, que se lleve el olvido los besos dados a escondidas, a media luz o frente a ese sol mañanero del iniciando el día.  Deja paso a lo novedoso, recomenzar abonando con tierra nueva tu viejo cantero.
                                                   Yuli ( Junio '12) 

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