jueves, 27 de septiembre de 2012

El angel blanco

Sentada en el patio el aroma de las glicinas en flor se expandía por el aire, mi ojos se mantenían cerrados intentando atesorar aquel recuerdo que cabalgaba tiernamente en su perfume.......La noche fue cayendo sobre mí, el sueño se apoderó de los sentidos y sin rendirme le abrí los brazos a Morfeo. Un sinfín de imágenes a medias se proyectaban en mi cerebro, confundí  realidad y sueño, percibí un aleteo, una suavidad cercana al rostro, un aire fresco saludando en la paz de la noche. Me sentí inmovilizada, el cansancio había realizado su labor trasportándome al reparo del descanso.....Pero aquel aleteo que con costancia se arrimaba a mi cuerpo, un cosquilleo, casi una caricia recorriendo desde la punta de los dedos, por unos segundos se apoyó en mi mano con cautela y  siguió su recorrido explorando los centímetros de piel que lo atrapaban. Caí en la profundidad de la inconsciencia, confusamente lograba intentar comprender aquella visita delicada, atrapada por la oscuridad reinante en el silencio.......La niñez y sus temores hicieron acto de presencia ¿ y si algo había debajo de mi reposera? un fantasma, un espectro, una alma en pena me gritaba el cerebro...........Busqué la adultéz de mis años para responderle a la niña en mí, solo sería un alma buena buscando acompañar a un simple mortal por orden de la bondad......Tuve la certeza de haberlo experimentado muchas veces, siendo pequeña, la visita aquella de lo que no entendía, la niña en mi se acomodó con placidez abrazándose a sus rodillas, buscando cobijo, el reparo ansiado a tantos desatinos y desencuentros, la lucha entre lo bueno y lo malo ¿Sería tan malo lo malo? o en realidad lo bueno era tan bueno que se hizo viva presencia, tomé valor y me impulse desde la profundidad de mi sueño, le ordené con energía a la niña que perdiera el miedo y que le dejara espacio a la mujer que los había perdido hace tiempo...Allí lo vi, magníficamente erguido, con la altivez de algo grande, irradiando una esplendorosa luz, envuelto en el color del pincel de Dios recorrí sus formas sutiles, sus pies desnudos se mantenían en el aire, su túnica brillaba en medio de la noche, una noche de desafío oí decirle, observé sus alas extendidas, bellas con la blancura de lo inmaculado, toda la ternura de un mundo se abalanzó sobre mí alma. Es el tiempo dijo, el tiempo  del olvido te fue mandado....Al instante  me oí contestando  Dios vio mi necesidad y respondió como lo hizo siempre, desde que recuerdo su 1er visita siendo pequeña, sentada en el campo con la noche de compañera, era el mismo ángel, sus alas abiertas dispuesto al abrazo, cerrándose sobre mí, protegiendo mi humanidad...........Miré sus ojos, tembló mi inquieta alma, lo sentí hermanado, amigo, lo sentí amor, reparo y ahora olvido.  Tomó en sus alas el dolor más grande diciendo esto se termina, abre tus ojos que mañana comienza un nuevo día. El sosiego se arremolinó tan cercano que buscó reparo en mi corazón, justo donde habían vivido tanto tiempo el dolor, cediendo aquel enorme espacio a la paz interior. El ángel blanco de mi nunca se apartó, desde la cuna cuidó mi sueño, acompañó mi crecer y hoy, en mi adultez es presencia viva y real cuando el día intenta hacerse oscuridad.
                         Yuli ( Diciembre '11) 

 

1 comentario:

  1. Tu Ángel siempre te cuidará, y siempre te adorará. Tú lo creas así, tu bondad siempre reluce con máxima prioridad...

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