domingo, 28 de octubre de 2012

Coro de flores en su voz.

Cuando niña, ella solía recorrer la casa tarareando aquella canción de iglesia...."y cantan los prados....". Pregunté que sería un prado, con la dulzura habitual en su voz me respondió: -Un campo muy verde y yo le agregué, donde las niñas con vestidos largos y canastas en las manos recogen flores, ella rió tan fuerte, como hacía cada vez que oía una respuesta mía...
Y supe que los prados cantaban en el verdor de las primaveras , que las flores tenían boquitas en sus corolas y simpáticamente sonreían al paso de aquellas imaginarias niñas de mi infancia. La voz de los prados florecidos cantando para ella, ya no para niñas.  Mecidos por el recuerdo, la paleta del pintor intercaló los tantos verdes, invisible la batuta del músico acompañó en sus movimientos al coro de violetas, nomeolvides, dientes de león que crecían libres cantando tu canción. La pluma de un escritor intentó describir la imagen alegre del cantar de un prado y de una flor. Azucena se sumó al coro, Azucena era flor, era verde, era recuerdo de tu recuerdo. Imposible olvidar que cantan los prados, canta la flor y mientras lo hacen las lavandas expanden su aroma cuando pienso en vos...

                                                                                            Yuli ( Octubre´12)

 

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