Guardo lo más ardiente de mis sueños
para las èpocas más frías,
atrasando el despertar de los sentidos
en la hoguera de su abrigo
mientras las caricias atrevidas
surcan con desenfado mi angostura
Entrelaza la nada a su todo,
en mi todo la extraña demencia suya
Y el sano juicio se extravìa
ante la insistencia vital de la premura.
Una carta amarillenta del pasado,
desempolva letras con enfado,
releìdas sin ninguna razòn, tino,
devociòn, ni recuerdos de pasión.
Las manos, con disimulo,
ensayan un diminuto ademán de adiòs.
Julia Marini ( Julio`13 )
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