Saldré en busca de su pisada,
la impronta del ser en la tierra
señal de encuentro y tropezón,
derrotero de melancolía dormida
bajo el influjo casual de la vida.
Brote de soledades escondidas
entre pliegues fruncidos del alma.
Atraparé pasos de pies desnudos,
sigilosa marca de pasos errantes.
Los pasos vagabundos de caminos,
reparados de tanto andar perdidos.
La memoria arrogante de la edad
indicará, sin dislate, el surco aquel
donde queda en rastro su huella.
La conocida, la muy querida...
Contaré los pasos, pero no los días.
Julia Marini ( Nov`13 )
No hay comentarios:
Publicar un comentario