Así como el aire atrae el aroma de tormenta
el perfume varonil fue atrapado por mi nariz.
Tal invisible estela dejaba huella frente a mí
acentuando en sensual camino frágil destino
del apasionado corazón al que no dejas vivir,
encerrando su latido tenue con tres cerrojos
para no librarse de celos, propiedad y antojo.
Sentimientos muy humanos y a la vez ufanos
pero no dejan lugar, a replicar no puedo más
Exijo libertad a volar pues ya no tengo dueño
la vida persigue un sueño del que no desistirá.
Julia Marini ( Marzo´2013)
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