Roto el pacto de amor eterno entre vos y yo
retirè la alianza dorada de mi dedo anular,
escondí entre sueños rotos tanto escombro,
sin disimulo, no me disculpo por no soñar
con el aliento conocido o la calle recorrida.
Reparo con ambas manos el hueco del alma
acaricio enmudecida, al corazón que se va,
solo siento, mi espacio, mi vida, mi tiempo.
Dolió, encadené el recuerdo de aquel beso
robado al aire que respiraba, transpiraba.
Como contarte lo que estoy construyendo
con los deshechos que, sin piedad, dejaste.
Tus espinas y mis rosas, ya no amalgaman,
el cielo me tocò y a vos te empujó al fuego.
Al final del camino, mi aliento se recuperó.
Llegada la primavera florecieron azucenas
tan blancas, rosas, coloradas sin vergüenza.
No me atreví a pronunciarte ni en silencio,
como sabrás, los finales no me embriagan,
y los inicios me marcan un nuevo transitar.
Julia Marini ( 21 de setiembre 2013 )